julio 30, 2009

Terminar de nuevo...

Hace demasiado tiempo que no escribo, sé que no es excusa para ser mediocre, pero estoy oxidada, cambiada, más vieja y más sabia espero también... las palabras ya no fluyen como antes, atormentadas, ahora solo son palabras... sé que siguen siendo esas que no se lleva el viento, que son palabras que me agotan, que me levantan y me matan, pero al fin y al cabo palabras... el problema es que ahora ya no vivo de palabras, decidí alejarme de esa necesidad enfermiza por hablarlo todo, descubrí el placer del silencio y le robé a alguien la sabiduría de callar ante lo obvio...

... pero aun así, de vez en cuando como hoy, escribir algo, desparramar pensamientos, se vuelve necesario como una compulsión, a pesar que lo escrito no tenga mayor peso que mi propio desahogo personal... no puedo olvidar eso que me dijo la Sole: "escribe para no olvidar"... y se me vienen tantas cosas a la cabeza que me atropello al pensar todo aquello que debo evocar en este momento para dejarlo plasmado y evitar olvidarlo.

Más de 10 meses viviendo en Londres me han dado un poco de perspectiva, la misma que tenía antes pero un poco más angulosa, más mía que nunca... ha sido un año para crecer, aprender y conocerme de formas impensables... descubrir mis miedos de adulta y dejar atrás los de niña, reconocer mis puntos flacos y ante la necesidad, aprender a manejar las ansiedades que me persiguen día a día, ahora completamente sola.

Sin Jaime, sin mi familia, sin mis amigos más cercanos... sola, completamente sola he descubierto lo mundano de mi misma, me he encontrado con lo peor de mi y me he dado cuenta que no soy ni amable, ni cariñosa, ni simpática... que soy más ácida y solitaria de lo que la gente cree y que puedo ser mala, pero elijo no serlo, elijo mostrar mi lado amable, más vale tener aliados en estas circunstancias, pero en Chile bajo mis defensas, emerge mi lado amable, me derrito con los cariños amistosos de mis amigos, peleo con mi familia porque los amo y soy todo mimos con Jaime... y me encanta esta doble faz, no tengo vergüenza de que sepan que soy dos... como todos nomás, dudo mucho que alguien no tenga dos lados de sí mismo... en todo caso, nada es tan dramático en mi vida anymore... quizás solo la falta de sexo y de sentir un cuerpo abrazado al mío en las noches... eso es dramáticamente ansiable y extrañable... el resto se compensa con ejercicios y chocolates.

Esa es la vida inglesa, más amarga, sin rodeos, más solitaria que nunca en mi vida y más como vieja chica, o sea, hipercontrolada, menos atormentada que cuando adolescente, pero con mucha mucha más pena...

... agradecida de la experiencia, por apoyarme, por recibirme, por abrirme los brazos y dejarme ir o para darme la bienvenida, por acompañarme en el camino y darme ánimos desde lejos, por entenderme en mis días malos y quererme en los buenos, por haber encontrado amigos sinceros y poner un poco de balance a mi vida, por tener al amor de mi vida siempre esperando al final del camino... por recordarme que la vida esta hecha de momentos y que no debería olvidar eso.

julio 25, 2009

Veo la cinta amarilla al final del camino

Ufff... estamos en la recta final, digo estamos porque es mucha la gente que corre conmigo... Jaime principalmente, mi familia, mis amigos... los de Chile y ahora también los del mundo... corremos todos juntos en busca de esa cinta amarilla al final del camino que nos indique que llegamos a puerto sanos, salvos y más sabios (dentro de lo posible)...

Quedan 5 semanas para que haga entrega de una tesis inexistente, mi inglés es chorrocientas veces mejor que cuando llegue, tengo amigos repartidos por el mundo (chilenos y de los otros)... he conocido una gran parte de Europa y sigo obsesionándome con nuevos lugares, pequeños rincones maravillosos de este mundo y siento que no tendré tiempo suficiente para llegar a todos ellos...

London es una ciudad increíble, puede abrazarte o golpearte con indiferencia... ayer estuvo una amiga de miles de años acá y le tocó el peor día de la historia (de la mía en London al menos) lluvia, frío y humedad en pleno verano... y ella que venía arrancando del frío santiaguino... y hoy amaneció despejado, un cielo azul mutante, casi de mentira... y mi amiga camino al tren que la llevaría a Liverpool.

Con un cuasi título en el bolsillo, demasiada experiencia de la vida, un clóset lleno de ropa y más ganas que nunca de ver a Jaime nuevamente, este casi año de vida europa me obligó a crecer, abrir los ojos, la cabeza y el corazón también... han sido largos meses de angustias, alegrías, llantos de extrañar todo, engordar y adelgazar y volver a engordar... comprar revistas de novia y obsesionarme con zapatos que nunca usaré, escuchar música, viajar, conocer, sacar fotos, aprender a sacar fotos, obsesionarme con sacar fotos, y sacar un poco más de fotos... vivir en una de las zonas posh de London, perderle el respeto a la lluvia y al clima en general, comprar un poco más de ropa, bajar mi ansiedad haciendo shopping y comiendo helado... tomar coca cola al desayuno para trabajar en la tesis... ver muchas series de TV en el PC... vivir sin TV casi un año!!!... mirar 4 calendarios todos los días y ver lo rápido que pasa el tiempo, extrañar un poco más, pelear con mi papá virtualmente y echarlo de menos al mismo tiempo... conversar con mi hermana por msn más que nunca en la vida antes... planificar la vida y desplanificarla inmediatamente, aprender a tomar cerveza, me gustan las ales... dormir en una cama chica que odiaba cuando llegué y que ahora es el mejor escóndite en días malos, aprender a comer comida picante aunque me suden las cejas... tener una super amiga india, tener una familia internacional (dos argentinas, una india, dos koreanos... y yo)... ponerme exquisita (más aun de lo que siempre he sido) con la ropa, con los olores, las comidas y todo lo que me permita esta ciudad que lo tiene todo... perder el respeto y el sentido por el dinero, querer comprarlo todo para llevarlo a Chile y extrañar un poco más... amar a la distancia y sentir que estoy a la mitad sin ti mi amor...

Así ha sido este casi año fuera de casa, lejos de todo lo que conocía... crecer y crecer un poco más... y echar tanto de menos que hasta los sueños pasan en cámara lenta...

Viste Sole? escribí los recuerdos, para no olvidarme cuando deje a mis espaldas la cinta amarilla al final de este camino.